Los comienzos de Jan de Haan…
Jan de Haan nació en el pueblo frisón de Warns, en los Países Bajos. Se inspiró temprano en la vida de su padre, que era un gran amante de la música de viento. De Haan se sintió atraído por la dirección desde una edad temprana y, cuando tenía 17 años, ya dirigía varias bandas de viento.
De 1969 a 1973 estudió pedagogía musical y trombón en la Academia de Música de Leeuwarden y en 1976 obtuvo su diploma de maestro de dirección en el Conservatorio de Utrecht, donde estudió con el famoso director compositor Henk van Lijnschooten. Hasta 1994, Jan de Haan fue el director de la conocida banda de música holandesa Soli Brass. Como director invitado, ha trabajado con varias bandas y conjuntos de viento profesionales y aficionados. En este puesto, De Haan ha viajado extensamente por Europa Occidental y Estados Unidos, Irán y Japón. Famosas bandas como la Tokyo Kosei Wind Orchestra, la Brighouse and Rastrick Brass Band, las cuatro bandas de conciertos militares holandesas, la Frisian Orchestra, la Radio Wind Ensemble y la Dutch National Youth Fanfare Band han sido dirigidas por él.
De 1978 a 1989, Jan de Haan trabajó como director de orquesta, compositor y arreglista para la radio y la televisión holandesas. Como realizador de programas, produjo alrededor de 140 programas musicales para televisión. También trabajó como profesor en la Academia de Música de Leeuwarden durante varios años.
Además de sus actividades como director invitado, compositor y miembro del jurado internacional, Jan de Haan estuvo activo en De Haske Publications. Fundó la editorial musical en 1983, pero vendió sus acciones en la empresa 25 años después, en 2008, para poder dedicar su tiempo a componer, arreglar y dirigir.
El problema del Covid se notará a largo plazo
«El período Covid ha causado problemas a muchas orquestas de viento en los Países Bajos, pero supongo que también en otros países. No solo ha disminuido el número de miembros, sino que la formación de nuevos estudiantes también se ha estancado durante dos años. Esto se notará a largo plazo. En los Países Bajos, muchas orquestas de pequeños pueblos han perdido tantos miembros que ya no tienen derecho a existir. Eso es muy triste, pero por otro lado, todavía hay muchas orquestas de viento fantásticamente florecientes.
A los más jóvenes… hay que descubrir la belleza de la música»
Tocar un instrumento tiene muchos beneficios
«Si tuviera que darles un mensaje a los niños, sería este: “Tocar un instrumento musical no solo es divertido, sino que también tiene muchos beneficios para tu desarrollo. Puede ayudarte a desarrollar disciplina y perseverancia, porque practicar un instrumento requiere tiempo y esfuerzo. No siempre será fácil, pero si perseveras, descubrirás que sigues mejorando y puedes estar orgulloso de tu progreso.
Hacer música también es una gran manera de expresar tu creatividad. Puede traducir sus sentimientos y emociones en música y crear su propio sonido único. Es como un idioma que todos pueden entender, incluso sin palabras. Puede ser una salida para el estrés y una forma de expresarse.
Otro beneficio de tocar un instrumento musical es que te ayuda a mejorar tu concentración y memoria. Se necesita concentración para leer las notas, dominar el tono y la sincronización correctos, y tocar en armonía con los demás cuando se toca en una banda. Esto desarrollará habilidades que también te serán útiles en otros aspectos de tu vida, como el estudio y la resolución de problemas.
Hacer música también es una actividad social. Te permite tocar, colaborar y aprender unos de otros con otros músicos. Puedes ser parte de una orquesta. Hacer música juntos puede generar amistades duraderas y hermosos recuerdos.
Entonces, mi consejo para ti es que elijas un instrumento musical que te atraiga y comiences con él. No te desanimes por los desafíos que encontrarás en el camino, pero sigue practicando y te encontrarás mejorando cada vez más. Descubre la belleza de la música”
Manoli Aracil
