HUI PARLEM AMB…ENRIQUE ALBORCH TARRASÓ

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«Antes de nada, agradecer a Radio Banda y, particularmente a Manoli Aracil el interés mostrado por mi participación en este ciclo de entrevistas a músicos y directores.»

Comienzos musicales

«Mis comienzos en la música tienen relación con el ambiente de los pueblos pequeños como el mío, Castelló de Rugat, dónde la banda es siempre protagonista de desfiles, pasacalles, entradas y en cualquier acto festivo que se lleve a cabo. Siempre me llamó la atención la banda, y aunque en casa ni mis padres ni mis hermanas eran músicos, sí que tenía tíos que lo eran. Así que a los 8 años, junto con algunos amigos, me apunté a música en la banda, donde empecé a recibir clases de mi tío, Vicent Tarrasó. En aquellos primeros años (1984) no había Escuela de Música propiamente dicha, simplemente íbamos a cantar la lección y si estaba bien, pasarla.

La banda de mi pueblo, la Unió Musical Benicadell, tenía pocos componentes y pronto, puede que en mi caso un poco antes de hora, nos hicieron debutar con la banda. Aunque mi deseo era tocar el saxo, la banda tenía otras necesidades y posibilidades de ceder instrumentos. Empecé con el fiscorno y, más tarde, como es natural estudié también trompeta, instrumento con el que me licencié.»

Recuerdos… profesores…

«En mi formación musical, que por supuesto continúa y continuará siempre, he tenido grandes profesores y también otros que mejor olvidar. Pero dos han sido los profesores que más me han marcado. Miguel Vercher, director de la banda de Castelló de Rugat más de 20 años, además de profesor en la Escuela de Música y Jose Rafael Pascual-Vilaplana, el “mestre” que tanto nos ha marcado a un buen número de directores actuales. Dos personas implicadísimas en su trabajo y transmisores de valores más allá de la enseñanza musical.

Miguel despertó en mí mi faceta como compositor y guió mis primeros trabajos. De él recuerdo, entre otras cosas, que venía a darnos clase los domingos por la mañana (cuando podía) y nosotros íbamos sin rechistar. Hoy en día seguro que a las familias no les parecería bien y pondrían el grito en el cielo. En aquella época, nada, ¿domingo? Pues domingo. Recuerdo que, entre notas y pentagramas, nos contaba historietas de la época en que fue músico en las giras de Víctor Manuel y Ana Belén, con los que todavía guardaba buena amistad.

Las clases con Jose Rafael me motivaron a empezar en eso de la dirección. Del primer curso con el “mestre” recuerdo las mañanas completas de clase en Bocairent, donde 6 o 7 alumnos, una vez por semana, pasábamos la mañana entera con él. En aquellos años (curso 97/98) con Jose aprendíamos de dirección, sí, pero también de composición, de técnicas de ensayo y de la vida, en general. El plan de estudios con él era entonces de 2 cursos. Al acabar le pedimos hacer un tercer curso, y lo hicimos. Pero no sólo eso, al acabar 3º, algunos de los alumnos repetimos voluntariamente 3º un par de años más. Era tanto lo que nos aportaban aquellas clases que no queríamos dejar de aprender con él. Fueron 5 años iniciales y después he continuado acudiendo a clases y cursos con él. Es un maestro dinámico, cada vez va creciendo y aporta nuevas ideas, propuestas y pedagogías a la formación que ofrece.«

Somos grandes exportadores de talentos, pero con poca salida artística

«¡Vaya! Ésta es una gran pregunta. Puede que uno de los mayores problemas actuales sea la poca salida “artística” que tienen hoy en día los profesionales de la música. Podemos considerar que los músicos profesionales tienen una salida más o menos aceptable hacia el mundo de la docencia, ya sea en escuelas de música, o en primaria o secundaria, o en menor medida, en conservatorios. Pero las opciones de desarrollarse artísticamente y vivir de la interpretación son muy escasas, y más aun comparándolas con la ingente cantidad de alumnado que concluye sus carreras musicales cada curso. Seguramente en otros países haya mayor tradición y oportunidades de tocar en orquestas y bandas profesionales que en España. De hecho somos unos grandes exportadores de talento musical.

Y por lo que respecta a las bandas amateurs, uno de los mayores retos actuales es consolidar al músico aficionado en las agrupaciones musicales. Cada año un buen número de músicos se suman a nuestras bandas, pero muchos de ellos y ellas están de paso. Pienso que la gente está como músico en activo de las bandas en periodos más cortos que en otras épocas pasadas. La mayoría de músicos, o se hacen profesionales o abandonan las bandas todavía siendo bien jóvenes. En general, observo menos “gente mayor” en las bandas, y no me gusta. Una de las características más maravillosas de tocar en una banda es pertenecer a un grupo humano donde se propician relaciones sociales intergeneracionales.»

Hay que disfrutar del camino hasta llegar a la meta

«A los que no estudian música y tienen la oportunidad de hacerlo en la Escuela de Música de su banda o Conservatorio, les aconsejaría que prueben, que se acerquen al mundo de la música y de las bandas. Creo que estudiar música y pertenecer a un grupo socio-cultural como una banda es muy sacrificado, pero acaba aportándonos mucho más de lo que creemos.

A los jóvenes que ya pertenecen a una agrupación musical les invito a que participen y sean elementos activos en sus sociedades musicales, en las Juntas, grupos de trabajo, comisiones, etc. etc. También les diría que no abandonen su formación como músicos, ya sea de la mano del profesorado o más adelante con estudio continuado. Sólo con el estudio individual podemos aspirar también a la superación colectiva. ¡Ah! Y que desconecten el móvil en ese par de horas de ensayo para conectar totalmente con el director, los compañeros y, sobre todo, con la MÚSICA, que es maravillosa.

Por último, aunque más arriba he hablado de las dificultades profesionales de dedicarse a la música, por supuesto, que nadie renuncie a su sueño. Hay que perseguir nuestras metas con un 200% de implicación, motivación y trabajo. Y sobre todo, mientras buscamos la meta, tenemos que disfrutar al máximo del camino para alcanzarla. Tenemos que disfrutar de cada hora de estudio, de cada ensayo, de cada concierto… El momento es ¡AHORA!»

Hemos de continuar construyendo, cuidando y mejorando nuestro tesoro cultural: las Bandas de Música

«Por mi parte poco más que decir, tan solo un agradecimiento y una petición:

En primer lugar y como se suele decir, agradecer a mis padres que me dejaran “apuntarme” a solfeo, porque sin música no sería capaz de imaginar mi vida. Y también agradecer a los responsables de las diferentes bandas que han confiado en mí como docente de diferentes escuelas de música o me han dado la oportunidad de dirigir sus agrupaciones musicales.

Y para concluir, pedir que entre todas y todos continuemos construyendo, cuidando y mejorando ese tesoro socio-cultural de nuestro país, y sobre todo de nuestras tierras, que son las Bandas de Música.»

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