CARMEN MORALES LLORET. UNA MUJER CON BODAS DE ORO

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Hoy hablamos con un personaje de un hecho poco común. El que una mujer consiga una trayectoria de cincuenta años ininterrumpidos dentro de una sociedad musical es un hecho aislado. Carmen Morales Lloret, celebró su 50º Aniversario como músico en 2020. Pocas mujeres son las que por circunstancias no interrumpen su trayectoria y si ya ocurre con dificultad en los hombres, todavía se convierte en más inconveniente para una mujer.
Inicia sus estudios musicales (solfeo y flauta) en la escuela de música de la Societat Filharmònica Alteanense, en la que pasa a formar parte de la Banda Sinfónica en Santa Cecilia de 1.970. Posteriormente siguió los estudios superiores de flauta y profesionales de percusión en el Conservatorio Superior Oscar Esplá de Alicante, con los profesores José Mirete y Joan Ivorra respectivamente, compaginando al mismo tiempo con los estudios de magisterio. Finalizando la carrera de Flauta con Premio extraordinario.
Ha realizado numerosos cursos con profesores tan prestigiosos como: Raimond Guiot, Willy Freivogel, Alain Marion, Antonio Arias…..
Ha impartido clases en diversas escuelas de música de las Marinas Alta y Baja, así como en el Conservatorio Municipal de Altea.
En la actualidad imparte docencia en el CEIP Garganes de Altea.
Después de cincuenta años continúa formando parte de la Banda sinfónica y diversas agrupaciones de la Societat Filharmònica Alteanense.
Nos acercamos a Carmen Morales Llores, componente de la Sociedad Filarmónica Alteanense. Su vocación musical fue casi de forma casual. “ Yo no tenía ningún antecedente musical en mi familia, la banda se había deshecho y pasado un años unos cuántos músicos decidieron volver ensayar y como que no eran muchos, fueron a la escuela a buscar niños/as que quisieran aprender música y así fue mi comienzo…”


Fueron tiempos muy felices…
Carmen no se inclinó por la flauta travesera, fue mera casualidad ” No la elegí, fue aleatorio, compraron los instrumentos y los repartieron al azar y me tocó la flauta. Recuerdo con mucha añoranza aquellos tiempos muy felices, pasábamos toda la tarde en la escuela de música con el maestro Francisco Pérez Devesa, jugábamos, hacíamos fechorías también y al mismo tiempo aprendíamos, nos educábamos y nos hacíamos personas. Casi, casi.. desde el principio, a los quince años ya daba clase de solfeo y hasta ahora. Al principio casi era el único entretenimiento que había, ahora los niños/as y los/las jóvenes, tienen muchísimas cosas donde acudir, la mentalidad es totalmente diferente.«


Las bandas de música evolucionan como la sociedad misma

«Son muchísimos los aspectos que influyen en el cambio de una sociedad y en cincuenta años de recorrido, una banda de música, evoluciona como todo lo que le rodea, con todos sus altibajos, como la sociedad misma…. Las entidades amateurs cuestan mucho de mantener, dado su carácter voluntario y altruista, aunque hay un compromiso en el momento que pasas a formar parte de ella. Al igual pasa con la figura del músico, igualmente ha cambiado muchísimo. Al principio los músicos tenían muy poca preparación, pero, mucha vocación y mucho de interés (que suplía lo anterior), hoy en día todos están obligados a tener un nivel determinado para poder entrar a la banda. Por suerte, en Altea, contamos en una escuela de música magnífica y un conservatorio, que son la cantera de la banda.
Antes la banda era la excusa para salir y para viajar, hoy en día no es así, hay otros intereses que tenemos que compartir con la música.”


Abrió camino como pionera
Sin lugar a dudas, Carmen es una pionera, abrió camino al resto.» Entramos nueve chicas y fue una cosa insólita, donde íbamos llamábamos la atención, nos hacían fotos (como si fuéramos una atracción), nos preguntaban… poco a poco fueron incorporándose más chicas, aún así y con los años que han pasado, la proporción mujer-hombre, todavía es muy poca, sobre todo en ciertos instrumentos (que se consideran masculinos, los instrumentos no tienen sexo).
En el mes de marzo, justo antes del confinamiento, participé junto con mi hija, en un proyecto super bonito que organiza la *FSMCV en conmemoración del día de la mujer, una banda formada por más de ochenta mujeres, muy buena experiencia
.”


Dos vertientes: músico y docente

Carmen es músico y docente, se siente identificada con las dos vertientes.” Bien podría decir que ambas, pero cuánto era pequeña y me preguntaban que quería ser de mayor siempre decía que maestra y he podido realizar las dos pasiones. La clave es la constancia y la ilusión. Cincuenta años después, tengo la misma ilusión del primer día, el placer y la satisfacción de haber dedicado toda una vida a la Societat Filharmònica Alteanenese y seguir dedicándome mientras pueda. Hoy en día hay mucha gente estudiando música aquí en Altea, creo que hay futuro, a pesar de la época que hemos pasado, complicada para todos, saldremos reforzados. La música es la fuerza del alma, lo hemos comprobado en el confinamiento, la música ha ayudado en gran medida a superar estos meses tan duros y seguirá ayudando en los que nos vienen.
El consejo más importante que se les puede dar a los jóvenes es que no pierdan la ilusión por lo que hacen, que no se lo tomen como una obligación, sino con satisfacción. “


Manoli Aracil


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