Normalmente asociamos las marcas de instrumentos a la efectividad, la perfección, la calidad… pero el desarrollo de estos, siempre tiene un comienzo más o menos peculiar hasta llegar a nuestros días, al resultado se debe a un proceso muchas veces curioso, algunas veces inimaginable.
Henri Selmer puede ser una de las más famosas marcas con la que podemos contar entre los instrumentistas de viento. ¿Cómo comenzó su desarrollo? ¿Quién fue en realidad este mítico personaje?, pues bien, simplemente un joven que comenzó con su carrera de clarinete a una edad muy temprana , terminándola en 1880. Una época en la que era muy difícil ganarse la vida como músico, por lo que intenta hacer la carrera militar en la Guardia Republicana, en donde consigue la plaza de solista, la cual, tiene que abandonar rápidamente al no soportar la disciplina militar por lo que presenta su dimisión y comienza otras actividades como miembro de otras formaciones, entre ellas la Ópera Cómica de París.
Entre otras tantas actividades, entre ellas sus necesidades profesionales, comienza a preparar cañas, (a lijarlas) para sus colegas y amigos músicos, con un método que resulta realmente eficaz, así que pronto comienza a ser adulado por su gran trabajo. Sus cañas comienzan a ser cotizadas y buscadas entre los profesionales por su gran resultado. Por este hecho, decide abrir un pequeño taller, el cual, amplía poco a poco con la fabricación de boquillas. Así comienza una joven empresa que poco a poco iría cogiendo prestigio con una gran empuje como fue su primera medalla de plata obtenida en una exposición en Montpellier.
A partir de entonces, con la ayuda de unos cuantos compañeros monta una estructura para fabricar clarinetes, obteniendo un enorme éxito.
Su demanda de reparaciones, modificaciones, construcciones, fabricación… se hace cada vez más evidente y va adquiriendo un gran prestigio. Sus innovaciones y avances técnicos le hacen conseguir la Medalla de Oro en la Exposición Universal en Sant Louis (Misuri).
Una de las grandes bazas de Henri fue su hermano Alexandre, el cual realizó una importante carrera en EEUU como clarinete solista en grandes orquestas. Los dos hermanos abren una tienda en New York, la cual fue el origen de Selmer en USA.
Henri decide volver a Francia, en donde su taller artesanal ya se había convertido en una gran industria que fabricaba de forma internacional.
